Esta mañana hemos empezado a grabar la recta final de lo que será nuestro próximo álbum «La belleza muda de los secretos del mar«. Hemos dedicado todo el día a la sonorización y grabación de las baterías. Wally y Dani han empezado ya de buena mañana y poco a poco nos hemos ido sumando Edu (cargado con amplis y guitarras), David y yo, recién escapados de nuestros quehaceres alimenticios.

Comida de germanor en el bar de Quique IV, tranquilamente, y vuelta al estudio para meternos ya de lleno en la grabación. Han ido cayendo, por el riguroso orden en el que veníamos ensayándolas últimamente, «Aquel accidente», «Las especies del abismo», «Madre de todas las demencias», «El asesino tocaba la armónica», «Las mentiras del tiempo», «Te conservo en miel», «Huele a felicidad» y «La oficina de los ojos rojos». Revisión de unas baterías de la tanda pasada que creíamos técnicamente conflictivas, Dani nos ha despejado dudas, y hemos quedado citados para mañana. Por ahora nos hemos centrado en las baterías, seguimos completando el proceso. Ni idea exacta de cuando terminaremos (seguro que durante agosto) pero hemos empezado muy fuerte. Ha sido una tarde productiva, agradable y con la tensión necesaria también. La cosa ha decaído un poco hacia la noche, pero ahí ya no estábamos en el estudio, afortunadamente.

Pinta bien la cosa. Además, sabiendo que estamos en un grupo de riesgo, hemos puesto a prueba nuestro sentido auditivo y ya sabemos que no es todo lo bueno que debería: «Muñoz… ¿murió el padre o el hijo, Wally?»

Nos ha visitado con su refrescante presencia el Joven, una vez más.

Como no tengo fotos de esta primera sesión, nos conformaremos con ver algo muy distinto: un vídeo antiguo, del año 94, interpretando «Piloto sin red«, una vieja pero estupenda canción del repertorio del Doctor, composición de Agustín Sanz, para el programa Venga ya! de Canal 25, la tele de Mislata.

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